MONOTIPO
La
definición que da el Diccionario del dibujo y de la estampa para monotipo es el de una “Estampa
a la que se transfiere por contacto la imagen pintada o dibujada en un soporte
rígido cuando el pigmento está todavía fresco”. Desde el punto de vista no solo de la técnica sino también del
lenguaje, el monotipo está a caballo entre la pintura, el dibujo y el arte
gráfico, con el que coincide en el hecho de que el producto final es una
estampa, es decir, el soporte que contiene la imagen definitiva es distinto de
aquél en el que ha intervenido el artista. Sin embargo, se diferencia del arte
gráfico en la más específica de sus características: la multiplicidad del
producto. En efecto, al no ser fijada permanentemente la impronta en el soporte,
resulta imposible obtener más de una estampa por este método – de ahí su nombre
-.
Al ser únicos, los monotipos son muy buscados por
los coleccionistas y atrae a los artistas por la inmediatez, libertad
de trazos y recursos gráficos que ofrece. Su aspecto es fácilmente
distinguible por las características de una pincelada o línea directa y suelta
y el color o los bordes evanescentes. Aunque entronca con los trabajos más
pictóricos, mantiene la particular idiosincrasia de la obra estampada. El
monotipo ha tenido detractores entre los grabadores por su imposibilidad
reproductiva pero, lejos de ser un defecto, esto lo convierte en uno
de sus rasgos más característicos produciendo imágenes muy bellas cuando
es bien ejecutado. Es obvio que esta técnica debe adquirir su particular
autonomía en el campo de las artes gráficas y como tal debe entenderse.
Procedimiento:
En
esencia consiste en pintar o dibujar sobre una matriz preferiblemente no porosa
(metal, metacrilato, linóleo, policarbonato…) con óleo o tinta acuosa o grasa,
estampándola posteriormente para obtener una imagen única y singular. Hay quien
llega a hacer una miniedición de dos, tres o cuatro ejemplares a partir del
primero, sucesivamente las estampas van saliendo cada vez más desvaídas.
Suelen llamárseles pruebas fantasmas (ghosts).
Su variante, la monoimpresión, monoestampa o
monocopia consiste en modificar a posteriori la imagen ya grabada
iluminándola con cualquier técnica, incluidas las digitales. Ambos no
deben ser confundidos.
Aunque su realización va a depender de la individualidad de cada
artista hay tres maneras básicas e identificadas de proceder:
1- El método
sustractivo consiste en entintar una matriz con un rodillo
y tinta gráfica para posteriormente dibujar sobre la capa de tinta con
cualquier herramienta que deje levante la tinta y deje una marca: espátulas,
lápices, pinceles, hisopos, etc. permitiendo distintos tipos de impronta. Al
utilizarse tradicionalmente tinta negra para su realización, y conforme a
sus resultados, ha sido llamado también monotipo
a la manera negra. Se distingue por conformarse con líneas o manchas blancas que
emergen de un fondo oscuro monocromático.
2- El método aditivo o pictórico se basa en pintar o dibujar directamente sobre la
plancha con tintas de impresión, óleo etcétera. Es la modalidad más
pictórica y la que favorece los trazos más gestuales. Si la matriz es
transparente se puede colocar debajo un boceto como guía. Este método permite
obtener imágenes a todo color en una sola instancia de estampación.
3- El método
de trazado o a la manera lápiz se
fundamenta en entintar la matriz con rodillo dejando una fina capa de tinta
gráfica, depositar una hoja encima y dibujándola por el reverso con un lápiz, bolígrafo,
peines, con los dedos… de forma que ésta se adherirá a las zonas donde
presionemos dejando su marca en el papel. Aquí también, si se desea, se puede
hacer un dibujo guía en el papel a estampar.
Estos
son los modos básicos, pero a partir de ahí, todos se pueden combinar con
técnicas diversas. Si se opta por la estampación manual, el papel más apropiado
debe ser liso y de gramaje ligero en aras a disminuir la resistencia que el
grano y el grosor puedan ofrecer a la presión ejercida con el puño, el baren,
la cuchara o el rodillo de piel blando.
Hay
que tener en cuenta ciertos aspectos técnicos, como la superficie plana que se
usa como matriz y el proceso a través del que la imagen es llevada a cabo, ya que
van a influir en el acabado de la estampa. Por otro lado trabajar sólo con
tinta o con los elementos que conforman en sí la imagen va a subordinar todo el
proceso a nuestro conocimiento de las posibilidades y propiedades de la tinta
(vehículo, diluyentes, pigmento, etc.) y el papel (color, brillo, absorción,
lisura, etc.). La experimentación con los diferentes soportes, herramientas y
pigmentos es fundamental para adquirir soltura y poder prever algunos
resultados aproximados. El monotipo puede darnos unos resultados muy ricos en
cuanto a la valoración de volúmenes y sombras, porque permite pasar del tono
más luminoso al más profundo con un registro muy adecuado de sus cualidades.
Cuando no necesitamos más que tinta a la hora de dar la valoración tonal, su
intensidad y poder de atracción es mucho mayor. La tinta pasa al papel, que es
el elemento luminoso sobre el que se deposita la imagen final, su claridad es
determinante a la hora de valorar los tonos de la imagen. La transparencia de
ésta se realza o disminuye por la acción del papel de impresión.
Breve historia:
Aunque
su invención está atribuida a Giovanni
Benedetto Castiglione (Génova 1609-1665), los primeros experimentos parece que
fueron hechos por Hercules Seghers (1589-1638) experimentando con color y
trabajando a mano algunas de sus ediciones. En el siglo XVII Castiglione
realizó 22 monotipos sobre escenas
bíblicas, experimentando con técnicas tanto sustractivas como aditivas, pero
dado que no se podían reproducir, y era la finalidad de la época, no obtuvieron
mucho éxito. Aunque Rembrandt también usó la monoimpresión como medio de
acabado para sus grabados, el siguiente hito importante fue William Blake (1757-1827) quien se dedicó a ilustrar sus
conocidos y hermosos libros, ocultando el procedimiento que utilizaba. El
estampador Lepic asesoró al artista que realizó los avances más importantes en
el campo: Edgar Degas (1834-1917) quien explotó la frescura e
inmediatez de la técnica en sus 321 monotipos, abriendo camino a otros como
Pisarro, Mary Cassat o Tolouse Lautrec. También Gauguin se dedicó al
monotipo, fundamentalmente con la técnica del trazado. Otros artistas de
finales del XIX y principios del XX que lo experimentaron fueron
Klee, Bonnard, Picasso, Matisse, Chagall y más actualmente Jasper Johns o
Robert Raushemberg.
En
nuestro país lo utilizaron numerosos artistas, uno de los más destacados fue
José Planas Casas.
Monotipo aditivo
Tamara González
Monotipo sustractivo
Araceli Monjes
Monotipo aditivo
Nerina Gómez
Monotipo sustractivo
Nerina Gómez
Bibliografía:
María del Mar Bernal: http://tecnicasdegrabado.es/2010/el-monotipo
José Planas Casas: http://www.joseplanascasas.com.ar/fotogaleria.php
En la biblioteca de la Escuela:
José Planas Casas: http://www.joseplanascasas.com.ar/fotogaleria.php
En la biblioteca de la Escuela:
Pintores Argentinos del siglo XX –
Serie complementaria: Grabadores Argentinos del siglo XX – PLANAS CASAS – Nº 96
– Centro Editor de América Latina.
LA VIDA DE EMMA en el taller de Spilimbergo - Catálogo de Fundación OSDE - Nº 7 (82) VID 4324
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Excelente explicación me ayudo mucho a resolver mis dudas, gracias.
ResponderEliminarGracias me ayudo a resolver mis dudas. linda tarde.
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