domingo, 28 de abril de 2013

MONOTIPOS




MONOTIPO

La definición que da el Diccionario del dibujo y de la estampa para monotipo es el de una “Estampa a la que se transfiere por contacto la imagen pintada o dibujada en un soporte rígido cuando el pigmento está todavía fresco”. Desde el punto de vista no solo de la técnica sino también del lenguaje, el monotipo está a caballo entre la pintura, el dibujo y el arte gráfico, con el que coincide en el hecho de que el producto final es una estampa, es decir, el soporte que contiene la imagen definitiva es distinto de aquél en el que ha intervenido el artista. Sin embargo, se diferencia del arte gráfico en la más específica de sus características: la multiplicidad del producto. En efecto, al no ser fijada permanentemente la impronta en el soporte, resulta imposible obtener más de una estampa por este método – de ahí su nombre -.
Al ser únicos, los monotipos son muy buscados por los coleccionistas y atrae a los artistas por la inmediatez, libertad de trazos y recursos gráficos que ofrece.  Su aspecto es fácilmente distinguible por las características de una pincelada o línea directa y suelta y el color o los bordes evanescentes. Aunque entronca con los trabajos más pictóricos, mantiene la particular idiosincrasia de la obra estampada. El monotipo ha tenido detractores entre los grabadores por su imposibilidad reproductiva pero, lejos de ser un defecto, esto lo convierte en uno de sus rasgos más característicos produciendo imágenes muy bellas cuando es bien ejecutado. Es obvio que esta técnica debe adquirir su particular autonomía en el campo de las artes gráficas y como tal debe entenderse.
Procedimiento:
En esencia consiste en pintar o dibujar sobre una matriz preferiblemente no porosa (metal, metacrilato, linóleo, policarbonato…) con óleo o tinta acuosa o grasa, estampándola posteriormente para obtener una imagen única y singular. Hay quien llega a hacer una miniedición de dos, tres o cuatro ejemplares a partir del primero, sucesivamente las estampas van saliendo cada vez más desvaídas. Suelen llamárseles pruebas fantasmas (ghosts). Su variante, la monoimpresión, monoestampa o monocopia consiste en modificar a posteriori la imagen ya grabada iluminándola con cualquier técnica, incluidas las digitales. Ambos no deben ser confundidos.
Aunque su realización va a depender de la individualidad de cada artista hay tres maneras básicas e identificadas de proceder:
1- El método sustractivo consiste en entintar una matriz con un rodillo y tinta gráfica para posteriormente dibujar sobre la capa de tinta con cualquier herramienta que deje levante la tinta y deje una marca: espátulas, lápices, pinceles, hisopos, etc. permitiendo distintos tipos de impronta. Al utilizarse tradicionalmente tinta negra para su realización, y conforme a sus resultados, ha sido llamado también monotipo a la manera negra. Se distingue por conformarse con líneas o manchas blancas que emergen de un fondo oscuro monocromático.

2- El método aditivo o pictórico se basa en pintar o dibujar directamente sobre la plancha con tintas de impresión, óleo etcétera. Es la modalidad más pictórica y la que favorece los trazos más gestuales. Si la matriz es transparente se puede colocar debajo un boceto como guía. Este método permite obtener imágenes a todo color en una sola instancia de estampación.

3- El método de trazado o a la manera lápiz se fundamenta en entintar la matriz con rodillo dejando una fina capa de tinta gráfica, depositar una hoja encima y dibujándola por el reverso con un lápiz, bolígrafo, peines, con los dedos… de forma que ésta se adherirá a las zonas donde presionemos dejando su marca en el papel. Aquí también, si se desea, se puede hacer un dibujo guía en el papel a estampar.

Estos son los modos básicos, pero a partir de ahí, todos se pueden combinar con técnicas diversas. Si se opta por la estampación manual, el papel más apropiado debe ser liso y de gramaje ligero en aras a disminuir la resistencia que el grano y el grosor puedan ofrecer a la presión ejercida con el puño, el baren, la cuchara o el rodillo de piel blando.
Hay que tener en cuenta ciertos aspectos técnicos, como la superficie plana que se usa como matriz y el proceso a través del que la imagen es llevada a cabo, ya que van a influir en el acabado de la estampa. Por otro lado trabajar sólo con tinta o con los elementos que conforman en sí la imagen va a subordinar todo el proceso a nuestro conocimiento de las posibilidades y propiedades de la tinta (vehículo, diluyentes, pigmento, etc.) y el papel (color, brillo, absorción, lisura, etc.). La experimentación con los diferentes soportes, herramientas y pigmentos es fundamental para adquirir soltura y poder prever algunos resultados aproximados. El monotipo puede darnos unos resultados muy ricos en cuanto a la valoración de volúmenes y sombras, porque permite pasar del tono más luminoso al más profundo con un registro muy adecuado de sus cualidades. Cuando no necesitamos más que tinta a la hora de dar la valoración tonal, su intensidad y poder de atracción es mucho mayor. La tinta pasa al papel, que es el elemento luminoso sobre el que se deposita la imagen final, su claridad es determinante a la hora de valorar los tonos de la imagen. La transparencia de ésta se realza o disminuye por la acción del papel de impresión.

Breve historia:
Aunque su invención está atribuida a Giovanni Benedetto Castiglione (Génova 1609-1665), los primeros experimentos parece que fueron hechos por Hercules Seghers (1589-1638) experimentando con color y trabajando a mano algunas de sus ediciones. En el siglo XVII Castiglione realizó 22  monotipos sobre escenas bíblicas, experimentando con técnicas tanto sustractivas como aditivas, pero dado que no se podían reproducir, y era la finalidad de la época, no obtuvieron mucho éxito. Aunque Rembrandt también usó la monoimpresión como medio de acabado para sus grabados, el siguiente hito importante fue William Blake (1757-1827) quien se dedicó a ilustrar sus conocidos y hermosos libros, ocultando el procedimiento que utilizaba. El estampador Lepic asesoró al artista que realizó los avances más importantes en el campo: Edgar Degas (1834-1917) quien explotó la frescura e inmediatez de la técnica en sus 321 monotipos, abriendo camino a otros como Pisarro, Mary Cassat o Tolouse Lautrec. También Gauguin se dedicó al monotipo, fundamentalmente con la técnica del trazado. Otros artistas de finales del XIX y principios del XX que lo experimentaron fueron Klee, Bonnard, Picasso, Matisse, Chagall y más actualmente Jasper Johns o Robert Raushemberg.
En nuestro país lo utilizaron numerosos artistas, uno de los más destacados fue José Planas Casas.


Monotipo aditivo
Tamara González


Monotipo sustractivo
Araceli Monjes

Monotipo aditivo
Nerina Gómez

Monotipo sustractivo
Nerina Gómez




Bibliografía:
María del Mar Bernal: http://tecnicasdegrabado.es/2010/el-monotipo
José Planas Casas: http://www.joseplanascasas.com.ar/fotogaleria.php

En la biblioteca de la Escuela:
Pintores Argentinos del siglo XX – Serie complementaria: Grabadores Argentinos del siglo XX – PLANAS CASAS – Nº 96 – Centro Editor de América Latina.
LA VIDA DE EMMA en el taller de Spilimbergo - Catálogo de Fundación OSDE - Nº 7 (82) VID 4324



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2 comentarios:

  1. Excelente explicación me ayudo mucho a resolver mis dudas, gracias.






    Gracias me ayudo a resolver mis dudas. linda tarde.


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  2. Excelente explicación me ayudo mucho a resolver mis dudas, gracias.






    Gracias me ayudo a resolver mis dudas. linda tarde.


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